DESCARGA archivo PDF aquí
“Luego, volverán a la vida Abrahán, Isaac y Jacob; y mis hermanos y yo seremos jefes de nuestras tribus en Israel: Leví, el primero; yo, el segundo; el tercero, José; el cuarto, Benjamín; el quinto, Simeón; el sexto, Isacar, y así, sucesivamente, todos. El Señor bendecirá a Leví; el ángel de la faz, a mí; las potestades gloriosas, a Simeón; el cielo, a Rubén; a Isacar, la tierra; el mar, a Zabulón; las montañas, a José; la tienda, a Benjamín; las luminarias del cielo, a Dan; las delicias, a Neftalí; el sol, a Gad; los olivos, a Aser.
Habrá un solo pueblo del Señor y una lengua; no existirá ya el espíritu engañoso de Beliar, porque será arrojado al fuego para siempre jamás. Los que hayan muerto en la tristeza resucitarán en gozo, y los que hayan vivido en pobreza por el Señor se enriquecerán; los necesitados se hartarán; se fortalecerán los débiles, y los muertos por el Señor se despertarán para la vida. Los ciervos de Jacob correrán con gozo, y las águilas de Israel volarán con alegría; los impíos se lamentarán; gemirán los pecadores, y todos los pueblos alabarán al Señor por siempre.”